Cuba fue el segundo país del Caribe que conocimos, luego de México en nuestra luna de miel. Sabíamos que tenia unas playas paradisíacas y además de eso podíamos combinar el destino con la ciudad de La Habana. Aún éramos dos y ya estábamos buscando quedar “embarazados” de Sofi.
Compramos un paquete turístico en la agencia de viajes en la que yo trabaja en ese momento y le modificamos la distribución de noches en cada destino. Lo armamos de la siguiente manera: 3 noches en La Habana, 6 noches en Cayo Largo y 4 noches en Varadero.
Nuestro primer contacto con la ciudad de La Habana fue raro, nos parecía estar en los años 50: coches viejos pintados de colores pasteles, casas de estilo colonial de los mismos colores con balcones al borde del derrumbe, gente gritándose de balcón a balcón, cines con películas viejas en cartelera. Llegamos a nuestro hotel, el Trip Habana Libre, un hotel de categoría 3 estrellas, pero que en algún momento había sido un lujoso hotel de categoría 4 o 5 estrellas y que aún conservaba el mobiliario de su época dorada. Ubicado en la zona de Vedado, es uno de los hoteles mas grandes de la ciudad y tiene 25 pisos. A nosotros creo que nos había tocado el piso 24 (y no exagero). De los 6 ascensores solo debían funcionar 3 y la espera se hacía larga, porque los que venían estaban a tope. Pero así funcionan muchas cosas en Cuba, y uno lo sabe… por eso nadie se enoja o el que se enoja es realmente porque no entendió nada.
La primera sensación que tuvimos al salir a la calle es la de inseguridad, pero recordamos lo que nos había dicho el guía que nos hizo el traslado del aeropuerto al hotel, que La Habana era una ciudad muy segura por su fuerte presencia policial, porque al turista lo cuidan un montón, ya que viven principalmente del turismo. Asique confiamos, y no nos equivocamos. La Habana es una ciudad sumamente segura, lo que no quita que deben cuidar sus pertenencias en todo momento y no olvidar nada en ningún lado, pero nadie va a arrebatarte la cartera en la calle como pasa en otras tantas ciudades del mundo.
Ahora bien. Te cuento que hicimos nosotros en La ciudad de La Habana en 3 días. Allá vamos!
Día 1
Llegamos a la tardecita, asique dejamos nuestras pertenencias y nos fuimos a cenar por la zona de Vedado, donde se encontraba nuestro hotel. Los empleados del mismo nos recomendaron el Restaurant La Torre, que se encuentra ubicado en el piso 33 del edificio Focsa y el del cual se puede obtener una vista panorámica de la ciudad. Una opción interesante si se encuentran por la zona.
Día 2
Tomamos un city tour que nos ofreció la empresa que nos hizo el traslado. La ventaja que tiene tomar el city tour es contar con la explicación que tienen los guías locales, sin dudas. Nadie te va a contar mejor la vida de Cuba y de La Habana como un verdadero cubano, además son personas sumamente cálidas, amables, alegres que hacen que la experiencia sea excelente.
Sin embargo, tranquilamente se puede visitar los puntos del recorrido del city tour por libre, y al tiempo de cada uno. El traslado pueden hacerlo en los buses o “Guaguas” locales o en taxis o “cocotaxis”, donde se puede pactar el precio del viaje con el conductor antes de subir, aunque existe una tarifa fijada.
Otra opción un poco más moderna, que se implementa en varias ciudades, y La Habana no es la excepción, son los Free Walking tour. Nosé sí esta opción existía allí por el año 2010 cuando hicimos nuestro primer viaje a Cuba (luego hicimos el segundo con Sofi, en el año 2015). Hoy, si tengo que volver, la elegiría sin dudarlo.
Los Puntos del recorrido fueron:
La Plaza de la Revolución: Se encuentra ubicada en el Municipio de La Habana, y es una de las plazas públicas más grandes del mundo, con 72.000 metros cuadrados. Tiene un gran valor histórico por haber sido escenario de varios actos y acontecimientos de la Revolución Cubana. En el centro de la plaza se encuentra el Memorial a José Martí. Pero lo más reconocido de la plaza son los edificios del frente: El Ministerio del Interior, famoso por su mural realizado en hierro, de Che Guevara y su famosa frase: “Hasta la Victoria siempre”. Y el Edificio de Comunicaciones con el mural de las mismas especificaciones, de Camilo Cienfuegos con leyenda: “Vas bien Fidel”.

Capitolio Nacional de Cuba: Creado en el año 1929 para albergar y ser sede de las dos cámaras del Congreso o cuerpo legislativo de la República de Cuba. Acá lo que mas nos llamo la atención es que al bajar de la combi, se nos acercaron varios niños pidiendo shampoo, biromes y chicles. Luego, el guía nos contó que ese tipo de productos escasean en Cuba o son muy caros para ellos. Asique es bueno saberlo para llevar estos productos y donarlos.

La Habana Vieja: fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1982 y es el casco histórico de la ciudad de La Habana. En ella se puede encontrar desde fuertes, castillos, palacios e iglesias, verdaderas joyas arquitectónicas de distintas épocas. Lo más atractivo es que este casco Histórico, en lugar de en una plaza principal, como en la mayoría de ciudades coloniales, se desarrolló en cuatro plazas principales y todas con una particularidad y encanto especial: Plaza de Armas (centro militar y defensivo), Plaza de La Catedral (centro religioso), Plaza Vieja (centro comercial) y Plaza San Francisco de Asís (centro de importación y exportación). Entre dos o tres cuadras distan unas de otras.
En la Habana Vieja es donde terminamos el city tour de mediodía. Luego nos dedicamos a perdernos por las callecitas de la ciudad, entre su cálida gente, la música que se escucha saliendo de algún bar o local comercial, o, simplemente, de cubanos tocando en la calle para los turistas. Regresamos al hotel caminando por el Malecón Habanero, observando cómo las olas rompían con fuerza y se esfumaban en una brisa caribeña con olorcito a Cuba.
En el camino pasamos por una heladería. Compramos un helado para cada uno. Solo había tres gustos para elegir: Crema, chocolate y fresa. Así es Cuba… y eso es lo que más encanta, que no hay excesos de nada, que no hay pantallas en las cuales perder tiempo, que no hay internet que les genere adicción, que hay muy poco para elegir, pero felicidad de sobra.
A la noche podríamos hacer ido a la cena show de “Tropicana”, famoso Cabaré cubano, o a la cena show al aire libre del Cabaré “Parisien”, en el Hotel Nacional de Cuba, a escuchar rumba, chachachá o merengue.. me hubiese gustado pero aveces el presupuesto no da para todo!. De todas formas, no nos fue tan mal, terminamos cenando en “La Bodeguita del Medio”, comida cubana, mojitos de los mejores que tomé y escuchando música cubana también. Ah! y tomamos café Cubano, es cortito y fuerteee!.
Mi consejo: No dejen de ir por favor a cenar una vez por lo menos, a este lugar!… es realmente hermoso, y una de las mejores opciones gastronómicas de La Habana. Además, es el restaurante más célebre de la ciudad, por donde pasaron muchas personalidades y celebritis. También muy famoso porque aquí el escritor Ernest Hemingway iba a tomar sus deliciosos Mojitos. <My mojito en la Bodeguita y my daiquiri en El Floridita”>, decía.. y en las paredes de este lugar esta enmarcada esa frase que lo atestigua.
Antes de irse no olviden firmar las paredes con sus nombres a modo de souvenir.




Día 3
Una buena opción para el día que queda libre es visitar algún museo y Cuba tiene para todos los gustos. Algunos de los más visitados son:
- Museo Nacional de Bellas Artes
- Museo del Ron Havana Club
- Museo de la Revolución
- Museo de la Ciudad
- Castillo de la Real Fuerza de La Habana
- Museo de Arte Colonial
Nosotros elegimos visitar el “Museo de La Revolución”, por todo el material y muestras que reúne de ésta parte de la historia de Cuba que nos interesa mucho.

La noche de este día la pueden destinar a ver la Ceremonia del Cañonazo, que se da todos los días a las 9 pm en punto. Lo ideal es llegar con tiempo para visitar el Parque Histórico Militar Morro Cabaña donde se encuentra la Fortaleza San Carlos de la Cabaña. Se pueden recorrer los sistemas defensivos de la fortaleza, el mirador del Faro y luego avistar la ceremonia del cañonazo propiamente dicha. Luego de la misma se puede dar un paseo por los puestos de artesanías que se exponen allí.
A la fortaleza se puede llegar en bus o taxi.
Nosotros hicimos este paseo en nuestro segundo viaje a Cuba, con Sofi y es una ceremonia que a los chicos les divierte y llama la atención.
En nuestro segundo viaje estuvimos alojados en el Hotel Meliá Habana, de mejor categoría que el Trip Habana Libre y el mismo ofrecía traslado gratis a la Habana Vieja y a la Ceremonia del Cañonazo, el cual hicimos uso para esta ocasión.
También los operadores receptivos ofrecen como excursión esta ceremonia, donde incluyen los traslados y, en algunos casos, la cena en un restaurante cercano a la fortaleza.
Pero si quieren cenar por el centro, otro imperdible y célebre bar y restaurante es “Floridita”, conocido también como “El Floridita”, ubicado a tres cuadras del Capitolio Nacional. Mundialmente conocido por el escritor Ernest Hemingway quién bebía sus daiquiris aquí.


Pero volviendo a nuestro primer viaje, luego del Museo de la Revolución, nos fuimos a disfrutar el resto de la tarde en la piscina del hotel y a prepararnos para volar al otro día hacia el Cayo Largo, y comenzar a disfrutar las playas paradisíacas de Cuba, para enamorarnos aún más de este bello país.
Reflexiones sobre La Habana
Un viaje a las hermosas playas de Cuba no puede tener mejor broche de oro que conocer su capital: La Habana. Visitar la Habana es conocer realmente Cuba, su cultura, sus costumbres y su gente. Pero pienso que es de esas ciudades que la odiás o la amás, no hay grises ni términos medios. Por eso creo que cada uno debe vivir su propia experiencia en ella. Nosotros sin duda AMAMOS LA HABANA y volveríamos siempre que pudiéramos, aunque sea una sola noche.
Te invito a que me dejes tus comentarios abajo si te gusto y sirvió el post y si tenés más info para agregar que sea útil para todos los viajeros!.
Excelentes notas de viaje!
Conozco Cuba. Las descripciones son reales.
Las recomendaciones valiosisimas.
Voy a realizar mi tercer viaje a la isla en estos dias…. Como estará “mi largo lagarto verde”…. bloqueado sin contemplaciones por el mundo capitalista.
Gracias y ….. felicitaciones!
Muchas Gracias Norma!. Que lindo volver a Cuba, fuimos dos veces y volveríamos miles más. Ojalá podamos cuando las pequeñas ya no lo sean tanto. Saludos y disfrutá tu viaje !.